"He encontrado en ti a una persona a la que puedo confiar lo que siento cuando lo siento, sin ningún tipo de prejuicio; una persona que reconoce que se emociona, que llora y que rie y que disfruta de la vida simplemente por el hecho de vivirla."

Seguramente estas son de las palabras más bonitas que he escuchado nunca. Algunos podreis pensar que son palabras entre enamorados (jóvenes y sin heridas por amor aún en el corazón); otros quizás que son palabras dichas entre amigos; quizás porqué no, una hija confia sus secretos a una madre, un amigo y una amiga, unos ancianitos que llevan toda la eternidad juntos....no sé, me da igual, son palabras de confianza, es más diría yo de complicidad única, aquella que con el intercambio de una sola mirada hace que todo tenga sentido; mucho más allá del amor.

Creo que para que uno pueda decir estas palabras a alguien hay que quererse mucho, conocerse mucho y valorarse mucho; sin eso, no creo que nos atreviésemos siquiera a pensarlo.

Hace unos días leí un artículo de SCIENCE y twitteado por @joancmarch que decía que no somos capaces de estar sin hacer nada, nos "aterra" (añado yo) reflexionar, por lo que ello conlleva de mirar ese abismo interior que tratamos de tapar y ocultar cada día; bueno, estoy convencido de que somos cada vez más "miedicas" y necesitamos poner barreras entre nosotros y ese abismo interior y la sociedad de hoy día nos ofrece múltiples alternativas.

Soy un tipo con suerte, he conseguido encontrar una actividad que me incita a mirar mi abismo interior y con ello intento ser mejor persona cada día, no es fácil, creedme, no es fácil.

Esa actividad es correr. Me encuentro sólo, con mis auriculares, aislado del mundo y entonces mi cabeza se vuelve enormemente transparente y veo cada detalle, algunos, como comenté en mi post anterior, no me gustan, pero esos son los que busco, porque son los que voy a cambiar.

Y tú, ¿has decidido ya cambiar?.....seguro que sí.