martes, 5 de agosto de 2014

Reencontrar el amor

Ayer domingo salí a correr temprano, siempre que puedo lo hago, ya os he contado que es mi manera de mirar mi abismo, analizarlo y ver que tengo que mejorar, que no cambiar. Salí con una intención y acabé con otra, me encontraba con ganas de hacer muchos kilómetros y así fué: conforme avanzan los kilómetros más fácil me es mirarme y eso, que quereis que os diga, me gusta, quizás esté un poco loco, quien sabe.

Corro la lado del mar y al pasar por un viejo caserón derruido vi una frase escrita sobre el mismo y me dio por imaginar cosas sobre esa frase.


Pensé en un chaval, un adolescente, que habia encontrado su primer amor este verano y que, irremediablemente debian separarse, volver cada uno a su vida, con sus estudios, sus amigos y quizás, mantener contacto algún tiempo, hasta que apareciese otro amor en su vida que borrase (temporalmente) este primero, porque el primer amor es imborrable, no creeis?.

El viernes se había estrenado la última película de Sophie Marceau, Reencontrar el amor, un drama romántico que narra la historia de dos "maduritos" que se encuentran y sienten una enorme atracción que les deja totalmente "noqueados" , no saben como actuar, ni como afrontarlo, ya que ambos son felices con sus vidas o al menos eso creen, él está felizmente casado y ella no tiene pareja, pero hay líneas que ella no rebasa, como tener una historia de amor con un hombre casado.

Estoy convencido de que el chaval que escribió la frase es el mismo que se encontró con Sophie Marceau, que curiosa forma de encontrar el amor y seguramente que manera tan diferente de sentirlo y de vivirlo. 

Quizás un amor de juventud y en la madurez un amor de plenitud, con otros componentes: amistad, atracción mental, confianza, seguridad, sosiego, calma....

Seguro que sintieron esa atracción porque ambos estaban abiertos al mundo, no tenian prejuicios (al menos no demasiados), cada uno se conocía bien a si mismo, no tenían miedo a su abismo y sobre todo, tenian muy claro que quien dirigia sus vidas eran ellos y nadie más.

En fin, iré a verla un día de estos, tengo especial debilidad por el cine francés, me encanta ese punto de ironía humorística fina que hay en la mayoría de sus películas y quiero saber en que acaba esa historia o quizás esta historia no tenga fin...quien sabe.

Os quiero regalar este amanecer, lo he disfrutado al salir a correr esta mañana...un auténtico privilegiado por poder vivir estas cosas y otras, que os iré contando poco a poco....


Y tú, recuerdas tu primer amor?